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Daenerys Targaryen llegó a Poniente acompañada de su ejército innumerable de inmaculados y de tres enormes dragones que solo respondían ante la joven de cabellos albinos y ojos violáceos, los dragones arrasaron todas aquellas ciudades que no se rindieron ante ellos, fueron pocas aunque las hubo, aun hablan hoy en día de los valientes hombres que se enfrentaron a los dragones para defender al que consideraban su legitimo rey, Joffrey Baratheon.

Joffrey no fue un buen rey, fue despiadado, cruel y sanguinario, son muchos los que aun recuerdan la muerte de Ned Stark como el comienzo de lo que serían ríos de sangre que mancharían la historia de Poniente. Algunos apoyaron a Daenerys con sus ejércitos con tal de acabar con Joffrey despojándole de su trono, de sus tierras, de su nombre y exiliándole en esos. Los consejeros de la nueva reina, Daenerys Targaryen aconsejaron a la joven que acabase con la vida del rey, pero ella quiso ser compasiva sin pensar en que tal vez algún día podría ocurrirle a ella lo que ahora le estaba sucediendo a Joffrey.

Si bien de eso hace ya mucho tiempo, aquellos consejeros no se equivocaban, era de esperar que tarde o temprano en algún lugar de essos alguien planease su regreso a Poniente para recuperar lo que le correspondía. Ahora el invierno se acerca y Poniente ha de enfrentarse a mucho más que el frío y la noche, a una guerra que durará años.